Si hay algo que la pandemia del coronavirus (COVID-19) intensificó y parece que se ha mantenido, es nuestra obsesión por hacer todo de forma casera. Nos cortamos el cabello, pintamos diseños en las paredes, decoloramos y teñimos la ropa y aplicamos nuestro desayuno matutino directamente en la cara con la esperanza de una tez más clara y brillante. Lo mismo ocurre con el pelo. Nos echamos de todo para que brille y esté suave pero debemos ir con mucho cuidado ya que no puedes usar productos de tu despensa para mascarillas caseras creyendo que estas son una panacea cuando en realidad pueden ser todo un riesgo.
Cuidado con usar productos de la despensa para hacerte mascarillas
Ponte un poco de yogur en el pelo mezclado con una cucharada o dos de miel y deja que actúe rehidratando el cuero cabelludo para un pelo más suave y vitalizado. Seguro que en más de una ocasión habrás leído sobre la aplicación de mascarillas caseras para cuidar de tu cabello como la que te acabamos de contar pero lo cierto es que lo que parece un acto sencillo (y ecológico), conlleva más riesgos que otra cosa.
No lo pensamos pero los dermatólogos y médicos advierten de ello ya que este tipo de remedios caseros puede hacer que la piel se irrite mucho, dado como resultado un cuero cabelludo enrojecido, escamoso o seco. Además, es posible que una mascarilla para el pelo 100% casera pueda empeorar los brotes que tengamos de dermatitis o de picazón, especialmente si se trata de una hecha de aceite.
Luego está el bicarbonato de sodio que aparece en miles de recetas DIY tanto para el pelo como para el rostro, pero que puede ser realmente «agresivo» y provocar dermatitis de contacto en un rango severo. Puede que nuestras abuelas y bisabuelas se lavaran el pelo con vinagre o que echaran un poco de bicarbonato a su cabello para lavarlo cuando estaba sucio y no tenían champú, pero eso no quiere decir que a nosotros nos vaya a funcionar porque básicamente no dejan de ser un riesgo que es mejor evitar sabiendo que en el mercado existen productos, que precisamente llevan ingredientes naturales y pasan todos los controles para poder cuidar de nuestro cabello evitando los químicos pero sin el riesgo de acabar con una dermatitis.
¿Qué podemos hacer entonces?
La solución pasa por ser cautelosos y no creernos todos los remedios que vemos por internet o en tutoriales de YouTube. Que alguien sea capaz de cortarse el pelo y mostrarlo con una cámara no significa que nosotros sepamos hacerlo igual. Lo mismo ocurre con las mascarillas DIY. Que a una persona con un determinado tipo de pelo o de piel le funcione no significa que a nosotros nos sirva y la verdad es que puede ser un riesgo que nos lleve directos a la consulta del médico.
Lo mejor es elegir productos que usen ingredientes naturales pero que como decimos hayan sido probados y que tengan la garantía de que no van a hacer más que cuidar e hidratar nuestro cabello. Productos bien combinados y que testeados den los resultados que se buscan.
Es el caso de los productos de la gama Dalire y en especial la crema nutritiva sin sulfatos Dalire, que no tiene en su fórmula siliconas, sulfatos, colorantes, parabenos, sal, aceites minerales o alérgenos, sino que apuesta por el aceite de coco, el abedul, el romero, el tomillo salvaje, la ortiga y tussilago, la milenrama y la cola de caballo para reparar las fibras capilares, nutrirlas y para que nuestro cabello esté más sano y bonito.
Pero no son ingredientes naturales que se hayan cogido de una despensa sin más. Como decimos, se han probado juntos y por separado y a su vez forman parte de una fórmula elaborada en un laboratorio en el que se añaden distintos principios activos para dar como resultado un producto de calidad y 100% fiable.